El vino grancanario pide paso

Los viñedos grancanarios se libraron de la filoxera que acabó a finales del siglo XIX y principios del XX con muchas producciones peninsulares. El sector, sin embargo, no supo mantenerse en el mercado nacional e internacional a pesar de la calidad de los caldos. Hoy busca de nuevo su espacio.

La Isla tiene una gran tradición vinícola, pero se ha incorporado tarde a la comercialización y promoción de su caldos a pesar de que hay más de 300 viticultores y 60 bodegas. Tanto que ni siquiera los propios grancanarios saben valorar la calidad y las particularidades de sus tintos y blancos. Ésta fue una de las principales conclusiones que se pusieron ayer de manifiesto en el Work Shop de los Vinos de Gran Canaria, el primer encuentro para divulgar y conocer los vinos de la isla entre los profesionales de la restauración, el turismo y la distribución.

Iván Mario Reyes, sumiller y restaurador, que participó en esta jornada enológica organizada por la Cámara de Comercio y la Federación Insular de Asociaciones del Sector Vitivinícola de Gran Canaria (Vinigran) en el auditorio Alfredo Kraus, señaló que el “mayor enemigo” de los caldos grancanarios es el propio isleño. “No sólo no consume sino que además los restauradores no sabemos nada sobre los vinos grancanarios. ¿Cómo vamos a incitar a la gente a que pruebe?”

Roberto Suárez, jefe de líquidos de Alcampo, cree que también hay desconocimiento en la materia. Y señala que a igual precio, el isleño prefiere un Rioja o un Ribera que un vino isleño.

El presidente de Vinigran, Pedro Suárez, por su parte, desmiente la idea de que son “vinos caros” teniendo en cuenta cómo se cultiva en la isla y que parte del material -botellas, corchos y etiquetados- vienen de fuera.

http://www.laprovincia.es/gran-canaria/2010/02/24/vino-grancanario-pide-paso/287227.html

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