La región
Hace unos 14 millones de años, edad de la isla de Gran Canaria, y en una primera etapa de erupciones que duró 5 millones de años, es cuando se produce el hundimiento del centro de la isla que da lugar a una impresionante caldera, la Caldera de Tejeda. Miguel de Unamuno en su visita a Tejeda en el año 1910 describió este paisaje atormentado del corazón de la isla como Tempestad Petrificada.
Fruto de la erosión de este paraje volcánico surgen unos monolitos basálticos, símbolos geológicos de la isla y reclamo para nuestros visitantes: el Roque Bentayga, nombre que toma nuestra Bodega; el Roque Nublo, símbolo de Gran Canaria, con 1.813 m de altitud y 70 metros de altura; El Fraile, cuya silueta recuerda un fraile con sus hábitos y las manos en posición de oración; y la Rana. El Roque Bentayga, que alcanza 1.404m, corona las vistas de nuestros viñedos y de nuestra bodega. Se cree que fue un lugar de culto de los antiguos canarios, aunque otras fuentes apuntan a una fortaleza militar desde la que se controlaba la caldera de Tejeda al completo, y uno de los últimos lugares de resistencia durante las batallas que se celebraron para la conquista de la isla, que duró 5 años (1478-1483), por la Corona de Castilla (Reyes Católicos).
En las cuevas del Roque Bentayga se encontraron unos petroglifos, inscripciones grabadas en la roca, realizadas por los aborígenes canarios. Aunque no se conoce su significado, nosotros hemos adoptado algunos como imagen de nuestros vinos. Se trata de las cruces que aparecen en las etiquetas, cápsulas y tapones de nuestros vinos AGALA.
Tejeda se encuentra en el centro y cumbre de la isla de Gran Canaria, en la vertiente suroeste, protegida de las nubes que son arrastradas por los vientos Alisios y que quedan atrapadas en la vertiente norte. Esto garantiza la presencia de cielos limpios y azules durante todo el año. La temperatura media anual se sitúa en torno a 19⁰C y la precipitación media anual es de 700 mm. Al norte linda con el municipio de Artenara, con un clima idéntico y también con zonas de alto interés arqueológico, como es la Mesa de Acusa.
Ambos municipios fueron declarados por la UNESCO en el año 2005 Reserva Mundial de la Biosfera, reconociendo su elevado valor paisajístico y cultural.